Texto de Rosa Ramírez Ríos

Republica 301.

Nueva casa, nuevas esperanzas, nuevos desafíos.

El habitar esta casona, recorrerla a diario, mirar sus murallas, sus rincones, sus escalas, sus gárgolas, sus enormes vigas, sus muchos espacios violentados, ensuciados, nos enfrenta a su historia y podemos apreciar su pasado glorioso, aristocrático, esplendido, con sus amplios salones, donde se reunía la familia y probablemente se llevaban a cabo innumerables tertulias sociales.

También vemos reflejado en sus murallas desvastadas, sus baños destruidos, sus puertas arrancadas, sus vigas robadas, sus pisos defecados; un pasado más reciente, más doloroso... por eso cuando pase por primera vez ante esta enorme casona, supe que debíamos hacernos cargo de ella como ella debía acogernos a nosotros; tengo la sensación que podemos calmar mutuamente nuestras penas, nuestros dolores, compartir nuestras alegrías.

Recuperar este espacio y transformar sus ruinas, a través de la creación, de la magia, de la búsqueda incesante de la verdad es nuestro presente; sabemos que el trabajo es enorme. Debemos gestionar la consecución de reunir mucho dinero, muchos afectos, muchas confianzas y en eso estamos…

Hacer teatro para nosotros es entretener, es reflexionar, es complotar en la belleza, es ser subversivo, es ser reveladores de nuestra verdadera historia; nosotros en los mas de 19 años que tenemos como compañía Gran Circo Teatro, hemos trabajado en la calle, en las plazas, en teatros abandonados, en bodegas, en astilleros, en muelles, en galpones, en Teatros Municipales, en ruedos de carpa, en carpas enteras, en solo cielos de carpa y ahora tendremos este Espacio Teatral, el que se transformara de acuerdo a cada historia que contemos…

Somos afortunados; contamos con el espacio, con la generosidad y compromiso de las autoridades pertinentes, con nuestra testarudez y ahora se suman “los arquitectos” y su alegre compromiso, sus talentos, capacidades y su curiosidad por indagar en el mundo del teatro, del circo, de la música, de la danza…

Vendrán otras reflexiones por ahora solo debemos dar las gracias a nuestro amigo, camarada y director Andrés Pérez Araya, quien nos incentivo hasta su muerte “las cosas, cuales quiera que sean, deben ser impulsadas por el amor”….

¡¡¡Viva el Teatro!!!


Rosa Ramírez Ríos.
Actriz, representante del CCGCT.

No hay comentarios: